Mayordomo de los misterios de Dios

Colosenses 2:2; Efesios 1:9; 3:2-5, 9; 5:32; 1 Corinitios 4:1-2

I. En la eternidad Dios planeó una voluntad, pero ésta estaba escondida en Él; así que, era un misterio, el misterio de Su voluntad Efesios 1:9; Apocalipsis 4:11.

II. La iglesia es el misterio escondido en la economía eterna de Dios—Efesios 3:9-11:

A. El misterio del universo es Dios, el misterio de Dios es Cristo, y el misterio de Cristo es la iglesia—Gn. 1:1; Ap. 4:11; Col. 2:2; Efesios 3:4.

B. El propósito eterno de Dios es lo que Dios se propuso; Dios ha tomado la firme y clara determinación de obtener la iglesia.

C. Según Efesios 3:4, la iglesia tiene un título particular: El misterio de Cristo.

D. En el Nuevo Pacto, tenemos principalmente dos misterios:

1. El primer misterio, revelado en el libro de Colosenses, es Cristo como el misterio de Dios: Dios expresado, Dios hecho visible.

2. El segundo misterio, revelado en el libro de Efesios, especialmente en el capítulo 3, es la iglesia como el misterio de Cristo.

E. Cristo y la iglesia como un solo espíritu son el gran misterio; el gran misterio.

III. Con relación al misterio de Cristo, la iglesia, es el propósito de Dios que estaba escondido.

A. El propósito de Dios es Su plan y todo lo que Él ha dispuesto para impartirse, en Su pueblo escogido a fin de obtener la iglesia, el Cuerpo

de Cristo, que es el misterio de Cristo que llega a ser Su expresión en la tierra.

B. El anhelo de Su corazón, planeó y se propuso en Sí mismo consiste en hacer que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas en la plenitud de los tiempos; esto se logra al impartir en todos los miembros de la iglesia la abundante suministración de vida del Padre.

IV. El propósito escondido de Dios es el misterio, y quitar el velo para ver la realidad de este misterio es por medio de la revelación; de ahí la Biblia nos habla de la revelación del misterio—Romanos 16:25

A. El misterio de Cristo, la iglesia, en otras generaciones estaba escondido, pero ha sido revelado en Cristo.

B. El propósito escondido de Dios es el misterio, y cuando este misterio es dado a conocer en el espíritu del hombre tenemos la revelación del misterio.

D. El misterio de Cristo fue revelado a los apóstoles y profetas en el espíritu por revelación.

1. El espíritu de Dios es el medio por el cual se revela a los apóstoles y profetas la revelación neotestamentaria acerca de Cristo y la iglesia.

2. Cuando nuestro espíritu se mezcla con el Espíritu de Dios, nuestro espíritu llega a ser el depósito en el cual el misterio de Cristo es revelado—1 Corintios 6:17; Efesios 1:17; 3:5.

E. Si hemos de ver la revelación del misterio escondido, necesitamos ser fortalecidos en nuestro hombre interior, nuestro espíritu regenerado, y permitir que Cristo haga Su hogar en nuestro corazón.

V.. En Efesios 3 Pablo usa la palabra griega oikonomía en dos sentidos:

1. Con relación a Dios, oikonomía denota el propósito de Dios.

2. Con relación a nosotros, oikonomía denota una mayordomía.

VI. Como creyentes de Cristo que somos, todos los hijos de Dios nacidos de nuevo debemos ser mayordomos de los misterios de Dios, los cuales son Cristo como el misterio de Dios y la iglesia como el misterio de Cristo—1 Corintios 4:1-2; Colosenses 2:2; Efesios 3:4:

A. En cuanto a los mayordomos de los misterios de Dios, lo más importante es que ellos sean hallados fieles—1 Co. 4:1-2; Lc. 12:42; 2 Ti. 2:2; Ap. 17:14.

B. Si hemos de ser fieles en nuestra mayordomía, debemos ser uno con Dios; sólo Dios es completamente fiel, y nosotros podemos ser fieles únicamente al ser uno con Él, estar constituidos con Él y llegar a ser iguales a Él en Su atributo de fidelidad—2 Ti. 2:13; 1 Co. 1:9; 10:13; 2 Co. 1:18-19; 1 Ts. 5:24.

Bendecidos!!