Cristo Crucificado
- phugo
- 28 nov 2016
- 4 Min. de lectura

En Gálatas 3:1 Pablo dice: “¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó a vosotros, ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente como crucificado?”.
La crucifixión de Cristo indica que los requisitos de la ley han sido cumplidos por la muerte de Cristo, y que Cristo por Su muerte ha liberado Su vida para que ésta sea impartida en nosotros en Su resurrección para liberarnos de la esclavitud de la ley. Esto fue claramente presentado ante los ojos de los gálatas en la palabra del evangelio. ¿Cómo pudieron ellos descuidar esto y ser fascinados, siendo arrastrados de regreso a la ley? ¡Qué insensatos!
Ante los ojos de los gálatas, Cristo había sido claramente presentado como crucificado. Pablo se preguntaba cómo los gálatas pudieron olvidar y regresar a la ley que no tienen nada que ver con este Cristo crucificado, que solo era sombra.
Si Dios quisiera que guardásemos la ley y si nosotros pudiéramos guardarla, no habría habido necesidad de que Cristo hubiera sido crucificado. Por esta razón, Pablo declara en Gálatas 2:21: “Si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo”. Gálatas 3:1 es la continuación directa de Galatas 2:21.
Cristo fue crucificado por una causa muy grande. De hecho, la cruz es el centro del proposito de Dios. Sin Cristo el propósito de Dios no tiene sentido.
En Gálatas 3:1 Pablo hizo que los gálatas consideraran de nuevo la cruz. El quería que ellos tuviesen una vista cabal del Cristo crucificado. En este mensaje tengo la carga de que también nosotros tengamos tal visión del Cristo crucificado. Por lo tanto, consideremos los versículos de Gálatas que hacen referencia a la cruz o a la muerte de Cristo en la cruz, y veamos todos los puntos importantes de estos versículos.
I. PARA DARSE A SI MISMO POR NUESTROS PECADOS PARA RESCATARNOS DEL PRESENTE SIGLO MALIGNO
En Gálatas 1:4 Pablo dice que Cristo “se dio a Sí mismo por nuestros pecados para rescatarnos del presente siglo maligno, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre”
Tanto los pecados como el siglo maligno han sido tratados por el Cristo crucificado. El se dio a Sí mismo por nosotros en la cruz conforme a la voluntad de Dios.
II. PARA DARSE A SI MISMO POR NOSOTROS A FIN DE PODER IMPARTIRNOS SU VIDA Y VIVIR EN NOSOTROS EN EL PODER DE LA RESURRECCION PARA LIBERARNOS DE LA ESCLAVITUD DE LA LEY.
Por Su muerte en la cruz, Cristo liberó Su vida divina y nos impartió la vida divina. Esto le permite a El vivir en nosotros en resurrección.
El Cristo que vive en nosotros es un Cristo que ha resucitado. Y si Cristo no estuviera en resurrección, El no podría vivir en nosotros. El vive en nosotros en resurrección. Esto indica claramente que la cruz es el centro del corazón de Dios para llevar a cabo Su voluntad.
III. PARA REDIMIRNOS DE LA MALDICION DE LA LEY
Gálatas 3:13 dice: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: ‘Maldito todo el que es colgado en un madero’)”.
La maldición de la ley fue resultado del pecado del hombre (Génesis 3:17). Cuando Cristo quitó nuestro pecado en la cruz, El nos redimió de la maldición.
En Gálatas 3:13 Pablo parece decirles a los gálatas: “La ley no es buena para ustedes, porque ha hecho que la maldición sea oficial. La maldición introducida por la caída de Adán ha sido hecha oficial por la ley. Son ustedes muy insensatos al regresar a la ley. La ley los condena y hace que la maldición sea oficial. Sin embargo, por medio de Su crucifixión, Cristo nos ha redimido de la maldición de la ley. En la cruz, El hasta fue hecho maldición por nosotros”.
IV. PARA CUMPLIR LOS REQUISITOS DE LA LEY A FIN DE QUE EN EL TENGAMOS JUSTICIA.
Gálatas 2:21 dice: “No hago nula la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo”.
Este versículo indica que Cristo murió para cumplir los requisitos de la ley a fin de que en El tengamos justicia. En Adán no tenemos justicia; más bien, tenemos una naturaleza pecaminosa. Pero Cristo fue crucificado en la cruz para cumplir todos los requisitos de la justa ley de Dios. Ahora nosotros podemos tener justicia en Cristo.
V. PARA HACERNOS MORIR A LA LEY A FIN DE QUE VIVAMOS PARA DIOS.
En Gálatas 2:19 Pablo dice: “Porque yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios”.
La muerte en Adán es horrible, pero la muerte de Cristo es maravillosa y hasta digna de amarse, porque ella realiza muchísimo por nosotros. Por la muerte de Cristo hemos muerto a la ley a fin de que vivamos para Dios.
VI. PARA CRUCIFICARNOS CON EL A FIN DE QUE PODAMOS CRUCIFICAR NUESTRA CARNE.
Por la crucifixión de Cristo hemos sido crucificados con Cristo. Esto nos capacita para crucificar nuestra carne con sus pasiones y deseos (Gálatas 5:24). En otras palabras, hemos sido crucificados con Cristo a fin de que podamos crucificar nuestra carne.
Romanos 6:6 dice que nuestro viejo hombre, no nuestra carne, ha sido crucificado con Cristo.
Gálatas 5:24 dice que los que son de Cristo han crucificado la carne. Este versículo no dice que los que pertenecen a Cristo han crucificado su viejo hombre.
Cuando Cristo fue crucificado, nosotros también fuimos crucificados. Ahora en Su vida de resurrección El vive en nosotros y nosotros vivimos en El.
VII. PARA QUE EL MUNDO SEA CRUCIFICADO A NOSOTROS Y NOSOTROS AL MUNDO.
Por último, Cristo fue crucificado para que el mundo sea crucificado a nosotros y nosotros al mundo. Esto especialmente se refiere al mundo religioso.
En Gálatas 6:14 Pablo declara: “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo”.
El siguiente versículo indica que el mundo mencionado en el versículo 14 se refiere principalmente al mundo religioso. Este mundo religioso es el siglo maligno del cual hemos sido liberados por la cruz de Cristo.
Lo que necesitamos es Cristo y la cruz.
Bendecidos!!
La cruz es el centro del operar de Dios en el universo para llevar a cabo Su economía.
Comentarios