Hijos con Identidad de Reino
- phugo
- 28 nov 2016
- 5 Min. de lectura

“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó. Injusticias de la vida Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad. Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace. Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Eclesiastés 3:11-19
Tenemos eternidad porque correspondemos a un propósito eterno y necesitamos entender la obra que Dios ya ha hecho. Él es eterno: Dios opera desde la eternidad y hasta la eternidad, la eternidad habita en El. Nada puede ser mayor que Él y para Dios el futuro es pasado porque Él es eterno, pues Él no se mueve en el tiempo, Él está sobre el tiempo. A Él no lo regula ningún calendario y no está regido por el tiempo sino por el propósito eterno. Dios no está regido por el calendario maya, chino, hebreo, etc. Lo que Dios quiere hacer no lo determina un año cronológico ni lo determina la historia.
Necesitamos entender el tiempo que Dios ha determinado.
En el nuevo pacto se da un nuevo tiempo y no se traduce en meses semanas o días, sino en una dimensión a la que Cristo nos ha introducido: el año agradable y esto no define un año cronológico sino una temporada.
Cuando Jesús aparece dice “El tiempo se ha cumplido” Marcos 1:15
Cuando muere y resucita abre el año agradable y ahora nosotros vivimos en el año agradable. Cuando Jesús establece ese tiempo le dijo a Natanael “veréis el cielo abierto” Juan 1:51 Ese tiempo para nosotros ya está cumplido. Nosotros vivimos dos tiempos paralelos, el tiempo cronos, que está determinado por la historia y el tiempo kairos que es el tiempo de Dios, el tiempo oportuno, favorable y desde aquí percibimos la calidad de nuestra historia y caminamos paralelamente en el kairos. En el cronos puede haber guerra, pero en el kairos hay paz; en el cronos puede haber necesidad pero en el kairos hay abundancia de pan.
Pertenecemos a lo eterno
En el tiempo cronos puede haber muchos años, pero en el tiempo kairos solo hay un año que es el año agradable, el favor de Dios plenamente dispensado.
Vivo el mejor año porque estoy en el año agradable de Dios, entro al propósito eterno. Él ya marcó mi historia y disfruto de lo que Dios ya ha hecho; en Cristo Dios todo lo hizo completo y perfecto.
Cuando Jesús manifiesta el propósito eterno cumplido habla de cuatro expresiones:
1) Tiempo de restauración, Hechos 3:21
2) Tiempo de refrigerio, Hechos 3:29
3) Tiempo de reforma, Hebreos 9:3
4) Tiempo de restitución en que se nos devuelve todo.
Porque si en Adán se perdió algo, en el postrero Adán se recuperó mucho más. Se ha restituido todo, identidad, imagen, semejanza, autoridad, dominio y naturaleza de Dios.
Para comprender el proceso de Dios en nuestro tiempo es necesario
entender su tiempo.
Tenemos que entender en que dispensación del tiempo Dios vivimos para poder identificar la temporada en que estamos y desde ahí interpretar lo que nos corresponde realizar en el propósito eterno. Por eso nuestra experiencia de fe y realización de vida no puede estar referenciada por Noé, Abraham, ni por Moisés, ni por José, ni por David….por nadie, porque nosotros estamos en ESTE tiempo, pertenecemos al tiempo del nuevo pacto donde Dios estableció reformar todas las cosas. El Nuevo Pacto comenzó con la muerte y resurrección de Cristo; el tiempo se ha cumplido, este es nuestro tiempo iglesia.
No pidas las glorias pasadas. Los planes que Dios tiene contigo y conmigo son diferentes a los que tuvo con Moisés, con David, con José; no perteneces a ese tiempo a ese cronos, estamos en este tiempo y nos conviene entender nuestra temporada. En la temporada en que estamos hay dos cosas obvias que no podemos violentar:
Nos alimentamos de acuerdo a la temporada.
Nos vestimos de acuerdo a la temporada.
Dios en su proceso conmigo me introduce al tiempo y en mi experiencia de vida voy siendo perfeccionado y madurado. Por eso, como es en lo natural es en lo espiritual. Nacemos como bebés, somos niños, pasamos a la adolescencia, llegamos a la juventud luego a la etapa de adultos; esto se llama ciclo de vida y de igual forma, en lo espiritual, nacemos de nuevo, somos niños en Cristo, crecemos hasta llegar a la madurez. Pasamos por las etapas de vida y por los procesos de desarrollo y se darán saludablemente de acuerdo a la salud, la protección, al alimento, al ejercicio de cada temporada; el problema es que para algunos que han nacido de nuevo, se quedaron toda su vida en su infancia espiritual donde se recibe leche. Si pides biberón es porque tienes una mentalidad infantil, pero si quieres el alimento sólido es porque tu edad te está exigiendo que haya un alimento sólido, mayor alimento.
No puedes llegar a un nuevo tiempo si no completas el ciclo de donde
sales.
A esto se llama metamorfosis y se da también en el mundo natural, sucede con el sapo, la mariposa, que van en distintos ciclos desarrollando un proceso de vida, por eso vamos de gloria en gloria, cada ciclo de vida tiene una expresión de gloria, de conocimiento de la vida que tienes para poder operar en la etapa en que estás.
"Para entrar por la puerta de adelante necesitas cerrar la de atrás".
Tienes que estar en la posición correcta: “Ubícate” para que el sensor de Dios capture tu ubicación. Sabes que has avanzado, no esperes que se abra la puerta de adelante si no has cerrado la de atrás. Hay gente que no madura y no avanza en su propósito porque todavía tiene cosas sin resolver de su etapa anterior.
Si quieres pasar al otro nivel, tienes que dejar el pasado atrás y abrazar la gloria presente, dejar el proceso del ayer y abrazar el presente. Por eso el escritor nos manda a que estemos afirmados y confirmados en la verdad presente, que me establece en el tiempo que Dios opera. Hay gente que quiere ver puertas abiertas moviéndose en verdades pasadas.
No confundamos una verdad bíblica con una verdad presente.
Toda verdad presente es una verdad bíblica, pero no toda verdad bíblica es una verdad presente.
El Nuevo Pacto, marca el nuevo tiempo y hay un nuevo orden.
Cristo es el autor de ese tiempo.
La verdad presente es que aquello que Dios trajo como símbolo ahora es realidad.
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